La historia de la Armada Invencible y su relación con Irlanda representa un hecho histórico lleno de drama que queremos relatar en este artículo, ya que como sabes, en Mapa Irlanda amamos la historia irlandesa. Nos ponemos en contexto:
A finales del siglo XVI, Europa estaba inmersa en numerosos conflictos religiosos y políticos. España, bajo el reinado de Felipe II, era una potencia católica que buscaba reafirmar su dominio e ideología frente a la Inglaterra protestante de Isabel I.
Concretamente en el año 1588, la flota española, más conocida con el sobrenombre de la Armada Invencible, intentó no invadir Inglaterra, sino destronar a su Reina, pero su viaje terminó en tragedia. Parte de la flota naufragó en las costas de Irlanda, dejando a su suerte a los supervivientes del naufragio.
La Armada parte hacia el norte
Felipe II planeó una invasión de Inglaterra a lo grande. La Armada Invencible estaba formada por más de 130 barcos y 30.000 hombres. Su objetivo era cruzar el Canal de la Mancha, unirse con el ejército del Duque de Parma en Flandes, y derrocar así a la Reina Isabel I.
La Armada partió del puerto de Lisboa en mayo de 1588, pero ya desde el comienzo de la expedición tuvo que enfrentarse a contratiempos y dificultades que no auguraban un buen desenlace para el ejército español, como por ejemplo continuas tormentas y temporales en altamar que dañaron numerosos navíos de la flota.
El choque con la flota inglesa
Llegados al Canal de la Mancha, la flota española de la Armada Invencible se encontró con la Marina Inglesa, liderada por Lord Howard y el pirata y explorador Sir Francis Drake. Las tácticas británicas, utilizando barcos más rápidos y fáciles de maniobrar, comenzaron a desgastar poco a poco a la Armada, al utilizar tácticas “de guerrilla” consistentes en ataques rápidos y retiradas de manera continuada y fugaz, algo que resultó devastador para la Armada Invencible.
Además, las inclemencias del clima supusieron otra losa más para la flota española, poco acostumbrada a esas tempestades y cuya violencia obligó a los barcos que seguían en pie a rodear Escocia e Irlanda en su intento de retirada para volver a casa, una vez dada la derrota por segura.
Irlanda, flotador de emergencia de la Armada
Irlanda se convirtió en refugio desesperado para los supervivientes de la batalla, que tuvieron que llegar a las costas gaélicas en barcos destrozados o incluso a nado (los que no perecieron por las heridas, ahogamiento o a causa de las gélidas aguas del mar).
Así pues, la costa occidental de Irlanda, con sus escarpados acantilados, se convirtió en testigo involuntario del naufragio de la Armada Invencible. Localidades de los Condados de Sligo, Mayo o Donegal recibieron a supervivientes españoles que llegaban hasta sus poblaciones.
En la siguiente foto, el monumento en conmemoración a los 400 años del naufragio de la Armada Invencible en la costa irlandesa, en concreto en el punto de Dunquin Pier (Dun Chaoin en gaélico irlandés), en la Península de Dingle (Condado de Kerry):
El número de bajas del ejército español fue abrumador. Quien no falleció durante la batalla lo hizo en el mar o en la costa durante los naufragios, y muchos de los que consiguieron sobrevivir a todo ello fueron apresados y capturados por el ejército inglés para ser posteriormente asesinados.
Solo unos pocos fueron los afortunados de poder refugiarse de manera segura entre la población irlandesa, quien, por su tradición católica y el odio mutuo al imperio inglés, dieron cobijo y ayuda de buena gana a los supervivientes españoles, incluso integrándolos para siempre en la comunidad irlandesa. (Aunque no todos, ya que, en algunos casos, el temor a las represalias del ejército inglés hizo que fueran delatados algunos soldados españoles).
Choques entre grandes imperios del pasado que aún tienen sus ecos en las historias del presente. ¿Y si tenemos sangre irlandesa corriendo por nuestras venas? Eso explicaría muchas cosas… 😉